Resumen de andadura inicial / Brief on our inital run
Saludos del hospitalero de Viatoris: Germán Vaquero Vaquero.
Después de más de dos años y medio de trabajos de remodelación y sin idea preconcebida, Estalislao Linares González, el propietario y promotor de este Albergue de Peregrinos, decide abrir al público tras obtener los permisos suficientes del Consistorio de Sahagún.
Aún quedan una serie de pequeños detalles por terminar pero la urgencia del Camino recomienda abrir: hay una gran afluencia de peregrinos y en ocasiones el albergue municipal se queda sin capacidad o infraestructura para acoger a grupos numerosos.
De este modo, el día 17 de JULIO, San Alejo, a las 18:30 de la tarde, previa instrucción de Estanislao (Tano) me dirijo al albergue y abro las puertas.
No tenemos ninguna previsión, ni estadística, ni concierto previo con nadie, ni propaganda. Sospechamos lo que es la vida y por eso intuimos que de un momento a otro la gente empezará llegar.
Existen factores en el universo que se confabulan o "sincronizan" de forma desconocida.
Me pasé la tarde limpiando y colocando objetos dispersos por todo el recinto.
Se hizo la noche y pensé retirarme a casa pero Tano me llama desde su móvil, me dice que está llegando de Madrid y me pide que me quede para irnos a cenar algo fuera.
Llamo a Peggy, mi mujer y le digo que prepare algo para cenar los tres juntos.
La tormenta que estaba cayendo era espectacular. Rayos, truenos, viento y una lluvia torrencial que parecía que se lo iba a llevar todo.... igual que en esas películas de Hollywood de terror.
Llega Tano de Madrid a las doce y media de la noche. Allí estábamos Peggy, Tano y yo, Germán.
Entonces, observamos que unos jóvenes se acercan tímidamente y preguntan en un español afrancesado, en medio del chaparrón, si se podrían alojar. Tano me miro y luego los miró a ellos y les dijo que sí, que aún no teníamos algunas cosas listas pero que.. de acuerdo, 5€ por persona. Hablaron entre ellos y dijeron que se quedaban. Luego introdujeron hasta la misma puerta del dormitorio su vehículo: UN RENAULT 4L azul repintado de hace más de 20 años. De él salieron cuatro jovencitos de 18 y 19 años: Romain, Maxime, Barth y Thibant.
Rápidamente preparamos lo indispensable para que cenaran en la cocina y se ubicaran donde quisieran. Yo me quedaría con ellos. Era la primera noche. La tormenta se dispersó.
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