domingo, abril 27, 2008

Se llama CARLOS: El Tallista del Camino






Lo digo por si alguien quiere pedirle un encargo.
Porque necesitamos hacerle famoso lo antes posible. No es que se vaya a morir pasado mañana sino que no queremos que un talento más quede en el olvido y sea suplantado por falsas imitaciones, inyecciones de resina, plástico o baratijas chinas.





Carlos talla madera: "madeira macisa" de la dura, de la de "tocar madera". Sus tallas son peculiares, tiene un estilo propio, no imita a nadie, no es perfeccionista ni "realista" sino Expresionista. Sus tallas transmiten una EXPRESIÓN MARCADA, UN GESTO FIRME, CLARO E INEQUÍVOCO, no ha lugar a ambigüedades. Aunque desoiga la proporción, matiza la mueca, incide en el rictus, pronuncia las siluetas, agudiza la fisonomía. Pero no es fisonomista. Tiene sus propios recursos estilísticos que traslucen volutas barrocas, filigranas que quedan a medio camino entre el Renacimiento y el Barroco, podríamos decir que hibrida las formas para imbricarlas SIEMPRE en el leit-motif que es su credo y su ciencia: EL CAMINO DE SANTIAGO. Es el genio de las vieiras, las conchas peregrinas en todas sus facetas y perspectivas: altorrelieve, bajorrelieve, en escorzo, invaginadas, escindidas, en racimo o en su cayado peregrino.

Carlos es fiel como un espejo. Le hemos visto realizar una réplica de una talla en madera de nogal para la Cofradía de Jesús Nazareno de Sahagún basada en una antigua y, a todas luces, supera a la original. Es resolutivo: busca soluciones y motivos cuando se necesita cubrir un espacio. Tiene amplio repertorio de formas y volúmenes que esculpe con destreza, como una araña que no necesita planos para tejer su red.


Para trabajar con Carlos basta simplemente un dibujo aproximado del proyecto o figura y él se encarga de interpretar el resto. Ello no implica que a veces usemos tecnología infográfica de vanguardia como para el caso de la Cofradía en que milimetramos la copia para que fuera un acabado totalmente profesional y de encaje perfecto: Lo cortés no quita lo valiente.

Sus dibujos o bocetos previos son sumamente parcos en detalle y carentes de proporción o perspectiva, a veces incluso contradictorios, se estiran o encojen donde sea necesario. Todo cabe.

El estilo de letras no deja de traslucir la personalidad firme e inequívoca. No hay lugar a ambiguedades o equívocos ni erratas de imprenta, una "i" latina es una "i" nunca una "ele" minúscula o un "uno" o una "te" o una "jota" trepadora o un "siete" castrado o una "pe" descascarillada. Digo esto porque hoy día existen demasiados profetas deconstruccionistas de arte que aún no han trazado una "o" con un canuto. Me vale más el arte rústico (no sofisticado) de un tallista con personalidad que la crítaca de un aficionado (que en su día asistió a un taller o un fin de semana se le ocurrio picar madera). Carlos tiene el valor de la perseverancia. Una botella de vino frío para desentumecer los músculos y relajar la tensión de la gubia son el mejor estímulo para Carlos. Pero como los donuts, dos mejor que una. Y nada de caldos peleones.

Entre las obras más importantes que nos ha producido en este albergue contamos con una talla sui-géneris de la Virgen Peregrina sita en la zona de habitaciones del albergue realizada en Otoño-Invierno del 2006. Además ha realizado numerosos carteles de anuncio de espacios como duchas, comedor, albergue, etc etc... todo ello en calidad y relieve profundo.

Queremos desde este blog felicitarlo e invitar a todos aquellos curiosos a que se pasen por su página web para admirar su obra continua.

Ánimo, el arte no tiene precio.