domingo, junio 01, 2008

Peregrino invidente en el Camino

Un ejemplo de abnegación, de entrega paciente y abnegada, el de esta pareja Australiana de Melbourne: Peter y Morage, que está haciendo el camino de la mano. Recuerdo que cuando obtenía mi título de monitor de tiempo libre realizábamos algunas prácticas muy especiales de sensorialización. Es decir... trabajar los sentidos que a veces tenemos un poco abotargados... el oído, el olfato, el tacto (ojo que los pies también tienen tacto) y consistía en vendarnos los ojos, o vendárselos a un grupito de niños y mantenerlos moviéndose por un circuito especialmente diseñado y supervisado por los monitores durante un buen rato. El hecho es que tras el ejercicio de caminar por zonas como un riachuelo, un pedregal, un arenal, follaje etc... cada uno iba enfrentándose al medio con el resto de los sentidos excepto los ojos. Esto creaba, aparte de una sensación de confusión inicial, una respuesta cerebral de los otros sentidos.. algunos por primera vez empezaban ¡¡a oler el campo!! otros agudizaban el oído hasta percibir el chasquido de lo que crujía bajo sus pies que no siempre era asfalto... Y ahora mi reflexión es la siguiente. ¿Realmente este caballero austral invidente está disfrutando del Camino de Santiago? La respuesta es sí. Porque como muchos defienden, el camino es interior.... por lo tanto la vista no es esencial si llevas ese planteamiento (y me consta que lo traían ambos). Por otro lado, y como muchos saben, él va a tener sensaciones muchísimo más intensas que los demás de los aromas frescos de la floresta primaveral, el polvillo silíceo arcilloso unas veces y calcáreo otras (como en la zona palentina y burgalesa) de los senderos. Tendrá en su memoria la "textura" del camino, pedregoso a rabiar por Castrojeriz y Burgos, suave en algunos tramos entre Ledigos y Sahagún, agrietado en otros, deslizante, arenoso......

Ésto que para nosotros. Que tome nota la ONCE y que se atreva, que tenga la osadía de aceptar el reto del Camino de Santiago. Ahí le presto una de mis locas ideas: "Hazte un Camino", "¿Nos hacemos un mano a mano hasta Santiago?" o tal vez... "Manos voluntarias hacia Santiago" (significando que un voluntario acompaña a un o una invidente a hacer el Camino de la mano. Es duro, es una experiencia o sugerencia interesante... yo me confieso incapaz de aguantar tanto pero... más duro era en la edad Media y los antepasados lo hacían..




Felicidades Peter mis respetos y admiración, Morage.