martes, septiembre 05, 2006

Tomados por los teutones / Invaded by teutons


Más de la mitad de los alojados hoy Lunes venían de Alemania. Hasta mi nombre, Germán, también cuadra. Dato curioso. Además, de entre ellos, la mayoría de la región de Baviera y un simpático peregrino, de Austria, Salzburgo. Todos ellos haciendo gala de su corrección y buenos modales. No se hace acepción en este albergue (salvo si las circunstancias así lo exigieran, obviamente) pero por lo general, y hablo en primera persona, vascos y alemanes, superan a los demás. Es realmente agradable poder conversar con esta gente. Insisto que cada vez se parece más a los desayunos de Radio. Hablamos de energías alternativas, el desarrollo no-jerárquico de Internet, movimientos migratorios en Europa, la formación académica y la sobreespecialización de los universitarios y que las universitarias de hoy en día no saben coser ni freir un huevo porque sus madres sólo les han mostrado el McDonalds más próximo. En fin, todo lo divertido que se puede uno imaginar. Ante todo siempre queremos que los peregrinos no sólo se encuentren como en casa sino que disfruten de ese valor adicional que es el diálogo y el intercambio de ideas e impresiones. ¿Harán estas tertulias también en otros albergues? No lo sé. Pero mientras yo esté aquí se seguirán haciendo. Al final te dicen "this is not al aubergue... this is a hotel". Bueno.. habrá que subir los precios. Hoy, aparte de la charla metafísica con el amigo austriaco acerca de la indestructibilidad de Internet y su influencia en el pensamiento de las personas (muy nutrituvo, por cierto) tuve ocasión de charlar amigablemente con una madre y sus dos encantadores hijos (bávaros todos ellos) que habían pernoctado de regreso desde Santiago de Compostela. Gente encantadora. La madre había venido a "recoger a sus hijos" en una furgoneta al terminar el Camino y ahora iban los tres de vuelta mostrando a su madre los distintos lugares. Nos eligieron a nosotros para pasar la noche y mostraron su sorpresa por el buen trato y las atenciones y las instalaciones. Y nosotros... contentos de poder ayudarles. Sólo deseo que haya muchos más casos como este (ya hubo precedentes) pero ante todo.. que quien venga marche realmente satisfecho. Y creo que así debe funcionar un albergue.
Un consejo: estudien lenguas. Joder, estudien lenguas.

Fdo. Germán Vaquero