lunes, julio 14, 2008

PEREGRITIQUETA-PILGRIMTIQUETTE

Lo mismo que en Barrio Sésamo nos explicaba Coco la diferencia entre lejos y cerca, hoy vamos a hablaros sobre un invento de viejo cuño llamado PEREGRITIQUETA aunque, la verdad, suena mucho mejor en inglés: "pilgrimtiquette". Esto qué significa; sencillamente lo mismo que net-tiquette en el mundo de internet: usos educados (etiqueta) en la red. En este caso, en los albergues de peregrinos.

Para ello me atrevo a comentar al estilo Coco lo que debería ser ok y lo que debería ser no-ok.


Cada día en los albergues llegan un número determinado de peregrinos, no superior a los 80 en los albergues normales de esta región. Suelen ser, salvo excepciones, caras nuevas, gente procedente de muchos países.

El sujeto que está controlando el albergue espera del recién llegado un protocolo de actuación que es lo que a partir de ahora llamaremos Peregritiqueta o "etiqueta de peregrino".


***Uno se espera que el recién llegado salude o responda a un saludo al menos en tres o cuatro lenguas.

No es de etiqueta que entre sin saludar en el albergue y se quede mirando alrededor como si buscara algún objeto perdido.

Tampoco es de etiqueta que con muy mal genio farfullen palabras en lenguas ininteligibles como culpando a los hospitaleros de la dureza del camino o del sol de justicia o las ampollas de sus pies.

Ni es de recibo que aborden el albergue como si fuera su propia casa haciéndose los locos e ignorando que primero hay que pasar por capilla.

Incluso es de poca etiqueta sentarse a la entrada, pensativo y desafiante como evaluando la calidad del alojamiento o la impresión que le da el personal allí encontrado.

No es tampoco afable que después de poner un sello, dar conversación, ficharle en el librio y mostrarle las condiciones y términos del alojamiento decidan marchar porque tienen un amigo esperándoles en otro lugar.

***Es de esperar como parte de la etiqueta no escrita, que al fichar a un peregrino éste pague lo indicado y se le conduzca a su alojamiento explicándole algunos pormenores de horarios, baños, duchas, cocina y modus operandi.

No es de etiqueta marcharse sin pagar.

Tampoco es esperanzador que se pague al día siguiente, minutos antes de marcharse y por explícito requerimiento del encargado del lugar.

***Sí es normal preguntar dónde se puede comprar algún enser o alimento o artículo.

No es de etiqueta pedir jabón para lavarse, una toalla para secarse mejor, unas chanclas que os sobren, aceite para aderezar una ensalada, sal y pimienta si tienen....

***Es de cortesía indicar al hospitalero que hay posibilidades más que certeras de soltar ronquidos por las noches para ver si se puede subsanar el asunto o paliar los ronquidos en una habitación o ubicación aparte.

No es de caballeros, a sabiendas del problema, atronar toda la noche con toda suerte de gorgidos, retruécanos, címbalos y trompetas de Jericó al atribulado peregrino que viene reventado de caminar y pretende levantarse a las seis de la mañana.

***Es de pura lógica y norma de convivencia dejar el calzado afuera así como la ropa sucia lavarla en las zonas a tal efecto y asearse en modo apropiado para no crear molestias a los demás.

Pero no debería abandonarse a sus suerte, el halo infesto y pestilente de las botas sudadas con olor a orines ácidos que atormentarían al peregrino que tenga la desgracia de dormir cerca; todo bajo el pretexto del temor a que le roben el trufado tesoro.

***Es etiquetable acostarse pronto y sin preámbulos y levantarse con sigilo respetando el sueño de los demás.

Pero no es nada agradable darle a la lengua durante horas con el/la vecino/a fastidiando a los que tienen sueño ligero, como tampoco es soportable que algun enfant encienda las luces a las cinco y media de la mañana para ponerse los gayumbos y montar un circo terrible porque ya es hora de despertarse porque lo digo yo que soy pelerin profesional.

***Por último es de etiqueta echar algún donativo a la hucha que hay frente a los ordenadores después de usar por horas gratuitamente internet cuando en la mayoría de los sitios te cobran 1 euro a la hora.

***Es de etiqueta siempre ser agradecidos si te han tratado bien pero en la justa medida y tratar de dejar todo como se encontró al llegar. Así todos los peregrinos estarán felices de hacer el Camino.

viernes, julio 11, 2008

Rotura de las estadísticas en el albergue.

Que en medio de la procesión de San Juan, entre unas cuatrocientas personas, incluyendo al santo con sus andas, niños de blanco, personalidades de traje y señoras con pelo de peluquería recién estrenado te cague en el brazo derecho una golondrina es cuestión de mala suerte, azar o una venganza divina por haber escaqueado los 15 últimos años de asistir a tal evento.

Lo de la mala suerte la busca uno por meterse en esos eventos (es como el que va a la guerra y le dan un tiro). Lo del azar lo explicaría un matemático aduciendo razones de proporción elevada de golondrinas, momento de retreta y velocidad del viento así como ubicación estratégica del sujeto receptor del zurullo. Lo de la venganza divina es una cuestión teológica que no me atañe desde que gracias a dios, dejé de creer en él. Lo cierto es que me cagó la golondrina a mí entre una multitud. Eso no es más que una anécdota. Pero en el albergue pasan otros eventos que superan la coincidencia citada. Y lo voy a explicar.


Era el día ocho y estaba desesperado por encontrar una persona que pudiera traducirme al latín una serie de titulos que estaba preparando para un librito especial. Llegué al albergue a las tres y me encontré con una madre y su hijo. Allí estaban los dos: uno pintando con acuarelas y la otra escribiendo sus cosas. Me los presentaron y ella explicó que era crítica literaria italiana y que hablaba un montón de lenguas: inglés, francés, italiano, español, alemán y entendía latín. Quedé sencillamente impresionado. Y su hijo se defendía en cinco lenguas. Cierto como pude comprobar. Aproveché la circunstancia irrepetible para preguntarle por una serie de palabras que me tradujo magistralmente. Y para colmo de las coincidencias también ella llevaba consigo un librito pequeño en reciclado llamado liber........ extraordinarísima coincidencia. No salía de mi asombro cuando vino otra vuelta de tuerca más.

A media tarde aparece en el albergue una francesa y un francés. Inconfundibles por su modo de expresarse. Se dirigieron a mí en perfecto francés ininteligible para mí que soy angloparlante. Tras probar en español, gallego e italiano infructuosamente decidí esperar y ver qué querían realmente. Con un desdén habitual volvieron a expresar en esa lengua retorcida algo poco grato e ininteligible. Se marcharon y al poco rato vino otra ciudadana francesa hispanoparlante. Esta señora me explicó en perfecto castellano que eran un grupo de 16 franceses que querían alojarse y tenían una carta (por cierto remitida por mí hacía días) en la que accedíamos a alojarlos. En ese momento prescindí del francés de la madamme y me ceñí a mi interlocutora, una señora de unos cincuenta, francesa, educada y de buenos modales. El albergue la encantó y expresó su entera satisfacción al ver la cocina y el comedor. Los otros dos franceses nos seguían observándolo todo sin mediar palabra. En ese momento empezaron a bajar 16 franceses entre ellos un invidente al que condujimos a una litera baja y unas guapísimas jóvenes francesas. Bueno. Según me indicó mi interlocutora ellos no eran peregrinos pero venían de Francia de un congreso de esperantistas. Esto es: personas que hablan el esperanto y tienen una determinada ideología afín a tal invento. Se acomodaron y empezaron a bajar toda suerte de maletas bultos, maletines y cajas de alimentos y enseres. Yo continué con lo mío y entre tanto atendí a un hombre de Murcia que estaba sentado con un libro en la mano hecho pedazos que curiosamente estaba escrito en esperanto. Lo estaba estudiando. Bueno y ahora reflexionemos amigos de Matrix. ¿Es esto un deja-vu o no lo es?


¿Cuántos peregrinos hay en España que el día ocho estén haciendo el camino? 100.000? cien mil? Bueno. ¿Cuántos peregrinos se podrían alojar teóricamente en nuestro albergue... 90 como máximo? ¿Qué posibilidades hay de que entre esos peregrinos uno de ellos conozca o estudie el esperanto? ¿Cuántos de estos cien mil peregrinos saben o quieren saber o están estudiando la lengua que llaman "esperanto"? Pues mira por dónde fueron a coincidir todos los esperantistas franceses y nuestro peregrino esperantista en este susodicho albergue.


Vamos a expresarlo en versión andaluza: Cien mil peregrinos en todo el camino de Santiago, más de ochenta mil alojamientos donde quedarse en todo el camino, un sólo peregrino en todo en camino que esté estudiando esperanto, un congreso de esperantistas en Santiago de Compostela, ochenta mil alojamientos donde poder quedarse y van a coincidir, los esperantistas, con el peregrino en el albergue Viatoris. ¿Acaso no rompe todas las estadísticas posibles?



Como se podría suponer en el momento en que comenté a los eperantistas que había un español peregrino con un libreto de esperanto lo abordaron y lo hicieron suyo. No solamente estuvieron con él inseparablemente durante el resto del día sino que lo invitaron a una cenorra espectacular (con flores y tarta de las caras) en el comedor del albergue... el cual tomaron por asalto.


Viendo este fenómeno de la naturaleza y de la estadística cósmica que una vez más se reía de mí a mandíbula batiente decidí dejar constancia de tal evento para lo cual redacte una hoja en dos lenguas según la cual declaraba instituído el día ocho de Julio como el día de las COMUNICACIONES en este albergue. Pedí a la italiana y a la líder francesa que me lo firmasen así como el español estudiante de esperanto. De este modo con nuestras firmas sobre el texto en español, inglés y esperanto (no en francés) dí por aludida la broma del destino.

No obstante me quedó la agridulce sensación del resabio de la francesa. Esta señora (rondando los sesenta y pico) no solamente hablaba perfecto inglés sino que lo entendía en todo momento y supe también que en el momento de presentarse a mí en la recepción decidió NO USAR EL INGLÉS como modo de protesta. ¿De protesta? Sí porque además me entregó al final del día un panfleto reivindicativo en contra del uso del inglés en la Unión Europea. Este alegato pretendía explicar a no sé qué europarlamentarios que UK se embolsaba 17.000 millones de euros anuales por concepto de ingresos por derechos de lengua etc etc... (algo que no puedo comprobar ni aplaudir). Y ese fue el motivo del berrinche de la señora. Se negaba sistemáticamente a hablar en inglés y preconizaba el uso del esperanto como lengua europea (qué osada es la ignorancia me decía cierto fraile sabio).

A mi mente vino una frase: "la guerra de los cien años aún continúa". Y así parecía ser ahora con un nuevo intento de babelizar más aún Europa. Sea como sea lo que es irrefutable es que por mucho que intenten crear babeles de lenguas en Europa, el Camino siempre seguirá ahí, con o sin peregrinos, con o sin albergues. Amén.